EL PORQUÉ DE TRABAJAR LA CREATIVIDAD EN EL SISTEMA EDUCATIVO

Autora: Milagros García Habernau

          El término creatividad se ha definido desde muy diversos ángulos.

            Según Landau, la capacidad creadora sería la aptitud de pensar de forma diferente a los demás, o puede ser también la aptitud de concebir nuevas ideas y relaciones entra las cosas.

            Generalmente se considera como un comportamiento constructivo, productivo, que se manifiesta en la acción o en la realización. No tiene por qué ser único en el mundo pero debe ser una contribución del individuo.

            Guilford define la creatividad como “la capacidad para engendrar algo nuevo, ya sea un modo de enfocar la realidad, una técnica o un producto”.  Este autor señala que los sujetos creativos poseen un pensamiento divergente caracterizado por la fluidez, flexibilidad y originalidad q les lleva a elaborar  respuestas a un problema que se apartan un tanto de las habituales.

           Para Torrance la creatividad es “el proceso de ser sensible a los problemas, a las deficiencias, a las lagunas del conocimiento, a los elementos  pasados por alto, a las faltas de armonía…”

           La creatividad para S. de la Torre no es otra cosa que tener ideas y comunicarlas.

           Según Marín Ibáñez, la creatividad es una “innovación valiosa”; innovación en cuanto q aparezca algo nuevo q antes no existía y “valiosa” debido a que lo nuevo valga más que lo antiguo.

             Menchen Bellón recoge en su libro “Como fomentar la creatividad en la escuela, en la familia” que la creatividad de los niños disminuye con los años de escolaridad debido a que  no se refuerzan las conductas creativas, por tanto es imprescindible cuidar el proceso de enseñanza-aprendizaje.

            El éxito se logrará cuando el niño no haga una repetición o copia de lo que ha percibido, sino que elabore y procese ese material transformándolo en otro  con el código de su sello personal.

           Esta capacidad debe ser estimulada en la escuela, ya  que la educación no debe reducirse a una mera transmisión de conocimientos sino que debe preparar a los ciudadanos integralmente, en todas sus potencialidades.

            La escuela ha de formar personas en todas sus dimensiones. Ello comporta, con relación a la creatividad, despertar y estimular el potencial creativo con los métodos adecuados.  Las tareas q se realizarán no supondrán necesariamente productos altamente creativos, sino tareas que ejercitan el pensamiento divergente, abierto y fantástico.

            Llegar a ser creativos supondrá fomentar las capacidades de cada alumno para que se realice plenamente; desbloquearse de inhibiciones que reducen sus perspectivas, enseñarle a decidir por sí mismos y aprender a comportarse de forma creativa.

            Así, en la actualidad, la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (LOE), deroga todas las anteriores, a excepción de una parte de la LODE (1985), y establece  que la finalidad de la Educación Primaria es “proporcionar a todos los niños y niñas una educación que permuta, afianzar su desarrollo personal y su propio bienestar, adquirir las habilidades culturales básicas relativas a la expresión y comprensión oral, a la lectura, a la escritura y al cálculo, así como desarrollar habilidades sociales, hábitos de trabajo y estudio, el sentido artístico, la creatividad  la, afectividad” (LOE)

            También, con la ya derogada  Ley Orgánica 1/1990 de Ordenación General del Sistema Educativo, de 3 de octubre, que tiene su origen en el desarrollo de los principios y valores fundamentales reconocidos en nuestra Constitución Española de 1978, con el fin de contribuir al desarrollo personal  e integral de cada  alumno, se fomentaba la dimensión creativa, concretamente su articulo 2.3 señala que “la actividad educativa se desarrollará atendiendo al desarrollo de capacidades creativas y del espíritu crítico”. Y para numerosos autores, entre ellos Piaget, uno de los objetivos prioritarios de la educación es crear hombres capaces de crear cosas nuevas.

 

BIBLIOGRAFÍA: 

  • LEY ORGÁNICA, 2/2006, de 3 de Mayo, de Educación, BOE, número 106 de 4/5/2006, páginas 17158 a 17207
  • -M.E.C. (1990). Ley 1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE). 
  • -Marín Ibáñez, R. Y De la Torre, S. (1991): Manual de la creatividad. UNED, Madrid.
  • -Menchén Bellón, F. (1998): Cómo fomentar la creatividad en la escuela, en la familia. Valladolid: Miñón.
  • De la Torre, S. Educar en la creatividad. Madrid. Narcea.

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