MINUSVALÍAS MOTORAS, PSÍQUICAS Y SENSORIALES EN EL DESARROLLO CURRICULAR DE LA EDUCACIÓN FÍSICA
Autor: Ángel Pinilla Torres
INTRODUCCIÓN
En las Leyes educativas actuales de nuestro país se plantean una serie de retos, algunos ya bastante desarrollados y avanzados, como es la integración escolar de alumnos /as con necesidades específicas de apoyo educativo.
Las experiencias obtenidas con la integración escolar de este tipo de alumnado en el sistema ordinario han puesto de manifiesto el correcto enfoque psicopedagógico que se le viene dando desde las administraciones públicas al tratamiento de las necesidades educativas especiales en la escuela del siglo XXI.
En este artículo se pretende dar a conocer las diferentes minusvalías que nos podemos encontrar en un centro escolar hoy en día, con especial mención a las minusvalías que influyen directamente en el normal desarrollo de la sesión de Educación Física escolar.
1.- ACLARACIÓN CONCEPTUAL
Antes de profundizar en todas y cada una de las minusvalías, es conveniente realizar una aclaración terminológica tomando como referencia las aportaciones teóricas de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
- “Deficiencia: es toda pérdida o anormalidad de una estructura o función psicológica, fisiológica o anatómica”.
- “Discapacidad: es toda restricción de la capacidad de realizar una actividad en la forma que se considera normal para un ser humano”.
- “Minusvalía: es una situación desventajosa para una persona, como consecuencia de una deficiencia o discapacidad, que impide o limita el desempeño de un rol que es normal en su caso”.
Las Minusvalías las podemos clasificar en tres tipos: Motoras, Psíquicas y sensoriales. Dentro de estos tres grandes grupos, existen multitud de deficiencias y patologías, pero debido a su enorme complejidad y extensión, solo nos centraremos en las características generales de los distintos tipos y grados de minusvalías que están más relacionadas con la actividad física, y más concretamente aquellas que nos podemos encontrar en el ámbito escolar.
2.- MINUSVALÍAS MOTORAS
Según la OMS, “las Minusvalías Motoras son todas las alteraciones o deficiencias orgánicas del aparato locomotor o de su funcionamiento, y que afectan al Sistema Nervioso, Óseo o Muscular”.
Las causas de este tipo de Minusvalías pueden ser 4:
- Traumatismos craneales y medulares: accidentes de tráfico, accidente laboral, etc.
- Patologías del Sistema Nervioso Periférico: por ejemplo una parálisis braquial.
- Enfermedades musculares: Miotonías, distrofias congénitas, etc.
- Malformaciones congénitas del Sistema Nervioso Central: por ejemplo la Espina Bífida.
A continuación vamos a estudiar en profundidad las Minusvalías Motoras que nos podemos encontrar con mayor frecuencia en la escuela: la Parálisis Cerebral, las Espina Bífida y las Miotonías.
2.1.- La Parálisis Cerebral:
Es un trastorno del control del movimiento y de la postura causada por una lesión a nivel cerebral no progresiva, producido en el niño antes, durante o después del momento del nacimiento.
CLASIFICACIÓN
* Según su ubicación:
– Tetraplejia: afectación total de las 4 extremidades.
– Diplejía: afectación de las 4 extremidades con predominio de extremidades inferiores.
– Hemiplejía: afectación de un hemicuerpo o lado corporal (derecho o izquierdo).
– Paraplejia: afectación de las extremidades inferiores.
* Según el cuadro clínico:
– Espástica: aumento patológico del tono muscular.
– Atetoide: movimientos involuntarios con variación del tono.
– Atáxica: descoordinación de movimientos.
– Hipotonía: disminución del tono muscular.
– Distonía: fluctuación patológica del tono muscular.
2.2.- Espina Bífida:
Es un trastorno congénito caracterizado por una falta del cierre de los arcos posteriores de las vértebras, quedando la médula espinal sin protección ósea.
Esta enfermedad provoca problemas de control motor y sensibilidad, unidos a una parálisis motriz por debajo del nivel de la lesión, vinculado también a una falta de control de esfínteres, atrofias y distrofias musculares.
CLASIFICACIÓN
*Espina Bífida oculta: es una apertura en una o más de las vértebras de la columna, sin ningún daño aparente en el Sistema Nervioso ni tampoco en la médula espinal.
Es la que más se encuentra en la escuela comúnmente, y no tiene ninguna complicación grave. Algunos casos de niños se detectan por la presencia de un pequeño lipoma, un hoyuelo, vellosidad localizada, mancha oscura o protuberancia en la zona afectada.
*Espina Bífida abierta: es el tipo más grave, ya que la apertura de los arcos vertebrales va unida a la salida de líquido cefalorraquídeo y médula espinal. Se distinguen dos tipos:
– Meningocele: en esta variedad, se genera una bolsa meníngea que contiene líquido cefalorraquídeo. Implica secuelas menos graves, tanto en funciones motoras como urinarias.
– Mielomeningocele: en este caso, además de líquido cefalorraquídeo, el abultamiento contiene médula espinal y raíces raquídeas. Es la afectación más grave y comporta múltiples secuelas en los aparatos locomotor, urinario y digestivo. Lógicamente estos casos no están presentes en la escuela.
2.3.- Miopatías:
Es un estado patológico que degrada la estructura y/o funcionamiento de las fibras musculares con independencia de su inervación. Se produce una pérdida de la fuerza muscular y del control postural y de los movimientos coordinados.
CLASIFICACIÓN
*Distrofias musculares: es un conjunto de enfermedades que afectan al tejido muscular generando debilidad y pérdida de músculo. La mayoría son de origen genético. (Por ejemplo el Síndrome de Duchenne – Becker).
*Miotonías: se caracterizan por dificultades y lentitud en la relajación muscular después de su contracción. (Por ejemplo la distrofia miotónica de Steinert).
3.- MINUSVALÍAS PSÍQUICAS
Son desórdenes psicológicos en mayor o menor grado, que impiden a la persona aprender, desenvolverse y madurar en el contexto socio – cultural y académico en el que está inmerso.
Dentro de las minusvalías psíquicas vamos a ver las más comunes en la escuela: la Deficiencia Mental, Trastornos del comportamiento y trastornos de la personalidad.
3.1.- Deficiencia Mental:
Según la Asociación Americana para la Deficiencia Mental, esta “se caracteriza por un funcionamiento intelectual (en términos de cociente intelectual) significativamente inferior a la media, junto con limitaciones asociadas en 2 o más habilidades adaptativas: vida en el hogar, comunicación, cuidado del cuerpo, habilidades sociales, salud y habilidades académicas funcionales”.
La etiología y origen de la deficiencia mental es variada, sin embargo los alumnos/as que encontramos con cierta frecuencia en la escuela responden a un origen genético: Síndrome de Down (Trisomía del par 21); Síndrome de West (encefalopatía epiléptica); Síndrome de Lennox (Desórdenes convulsivos) y Síndrome de X frágil (repetición de algún triplete de ADN).
Todos estos síndromes presentan ciertas dificultades académicas comunes:
1.- Problemas para fijar la atención.
2.- Dificultad para establecer relaciones entre objetos, personas y hechos. Esto le dificulta el adecuado desarrollo de la lateralidad, del esquema corporal y de la percepción espacio – temporal.
3.- Escasa capacidad de generar aprendizaje.
4.- Dificultades en la comunicación, en la comprensión y en el lenguaje.
5.- Déficits en el aspecto psicomotor (Coordinación dinámica general, equilibrio, saltos y giros, etc.)
3.2.- Trastornos del comportamiento:
En el ámbito escolar, este tipo de trastornos suponen los casos más comunes y cotidianos, vinculados generalmente a problemas que se solucionan desde el punto de vista médico, y otros que simplemente se corrigen con una adecuada intervención educativa y familiar según sea cada caso.
El trastorno que se da con mayor frecuencia en la escuela es la Hiperactividad o déficit de atención, que es una alteración en la conducta infantil que consiste en la imposibilidad de permanecer tranquilo, estando continuamente inquieto, en movimiento y sin prestar atención. Esta intranquilidad y nerviosismo se transmite también durante el sueño.
3.3.- Trastornos de la personalidad: