EL TEATRO EN EDUCACIÓN INFANTIL

Autora: Manuela González Castaño

¡Señoras y señores, niños y niñas, comienza la función!

           El teatro es un género literario que apasiona a grandes y pequeños y, como parte integrante de la literatura infantil, constituye un elemento motivador que los docentes debemos aprovechar a la hora de trabajar en clase.

           Son muchas las ocasiones a lo largo del curso en las que los docentes solicitamos el teatro como parte de algún espectáculo o fiesta: en navidades, fin de curso… pero, además, este género forma parte de nuestro día a día en las aulas, donde hacemos dramatizaciones de cuentos, jugamos dando vida a muñecos o personajes, elaboramos marionetas, títeres…incluyendo en sí mismo el arte, la literatura, la danza, el mimo, la música, la pintura, el canto…y tantas y tantas experiencias que sería imposible enumerar.

           En todas estas dimensiones es preciso trabajar el teatro, como así lo refleja el DECRETO 4/2008, de 11 de enero, por el que se aprueba el Currículo de Educación Infantil para la Comunidad Autónoma de Extremadura, al señalar textualmente que “A través de la expresión dramática y corporal el alumnado muestra sus emociones y tensiones y también su conocimiento del mundo y de las personas, así como su percepción de la realidad. Estas manifestaciones expresivas son además un instrumento de relación, comunicación e intercambio. Especialmente interesante resulta la consideración del juego simbólico como modo de manifestar su afectividad y de mostrar su conocimiento de la realidad”.

           Por lo tanto, trabajar el teatro en esta etapa educativa tiene multitud de ventajas, para cada uno de los ámbitos del desarrollo o capacidades de los pequeños:

 -          Desarrollo motor: el niño se expresa corporalmente y, por tanto, puede conocer mejor su propio cuerpo y el de los otros, aprende a moverse en el espacio, adquieren nuevas habilidades y destrezas…todo ello a través de bailes, danzas, etc.

-          Desarrollo cognitivo – lingüístico: mejora la atención de los niños, desarrollan aspectos cognitivos gracias a la memorización y comprensión, posibilita que utilicen todos sus sentidos,  se refuerzan tareas como la lectura o el acercamiento a la literatura, estimulan la imaginación y la creatividad, la expresión oral, artística, corporal, musical…