UNA ESCUELA PARA TODOS

Autora: María Luisa Ortiz Picallo

          La Ley Orgánica 2/2.006, de 3 de mayo, de Educación (L.O.E.), recoge que: “(…) El sistema educativo español ha realizado grandes avances en la atención a las necesidades educativas especiales en las últimas décadas. (…) La adecuada respuesta educativa a todos los alumnos y alumnas se concibe a través del principio de inclusión. (…) Se trata de contemplar la diversidad como un principio y no como una medida (…)”.

         Desde los años 80, un movimiento materializado por padres, profesores y alumnos lucha contra la idea de que la Educación Especial estuviera encapsulada en un mundo aparte. Entre sus principales voces destacamos a Barton, Ainscow y García Pastor que proponen una escuela para todos sin distinciones ni categorías y abogan por la supresión de términos como integración y necesidades educativas especiales porque tienen efectos perniciosos como: acaban siendo señalados originando un proceso de segregación, se identifica la atención a la diversidad con la atención de los alumnos y alumnas con necesidades educativas especiales y la presencia de especialistas anima a los profesores a pasar a otros la responsabilidad.

         Estas orientaciones alcanzan respaldo en Instituciones Internacionales como la UNESCO. En la Conferencia Mundial sobre Necesidades Educativas Especiales celebrada en Salamanca en 1994 se concluye que: “(…) Las escuelas deben acoger a todos los niños sin distinciones ni categorías, independientemente de sus condiciones (…). Esta idea ha llevado al concepto de Escuela Inclusiva (…)”.

         Cuando hablamos de Escuela Inclusiva se suele pensar en los establecimientos destinados a niños y adolescentes con discapacidad. Pero la escuela inclusiva no se limita a esa población sino que se orienta a un grupo mucho mayor, formado por niños, adolescentes y jóvenes que, por diferentes razones, tienen dificultades para aprender en la escuela.

         La escuela inclusiva ofrece el espacio para lograr el reconocimiento del derecho que todos tenemos a pertenecer a una comunidad, construir cultura e identidad con los otros y a educarnos en las instituciones formalmente reconocidas, independientemente del medio social, la cultura, la ideología, el sexo, la etnia o condiciones personales asociadas a una sobredotación, a una discapacidad física, sensorial o psíquica o a trastornos graves de conducta.

          El principio general que debe regir en las escuelas inclusivas es que todos los niños deben aprender juntos omitiendo sus dificultades y diferencias individuales. Estas deben adaptarse a los diferentes ritmos de aprendizaje de los alumnos y garantizar una enseñanza de calidad y los alumnos tienen que recibir todo el apoyo adicional necesario para garantizar una educación eficaz.

          Tal y como se recoge en el Temario Abierto de 2004 de la UNESCO: “[…] El objetivo de la educación inclusiva no es solamente que se eduque a los alumnos en las escuelas ordinarias, sino también que se los mantenga en el seno de sus familias y comunidades. Más aun, la visión amplia de la Educación para Todos concibe el aprendizaje como un concepto holístico, que tiene lugar tanto en el hogar y en la comunidad, como en las escuelas y otros centros de aprendizaje. La participación activa de las familias y las comunidades es esencial […]”.

          La escuela inclusiva debe asumir ciertas características para que ésta logre asegurar el buen funcionamiento de la integración escolar. De entre ellas se destacan:

1)     Tamaño del centro: no más de diez o doce unidades.

2)     Número de alumnos por aula: un máximo de dos niños integrados en aulas de entre 25-30 alumnos.

3)     Sistema de poder: centro organizado por órganos en cuyas decisiones hay participación conjunta.

4)     Nivel de comunicación interna: existencia de órganos colegiados (Consejo Escolar, asamblea de padres, etc.).

5)     Comunicación entre la escuela y su entorno social: integración también en la colectividad (barrio, familia, sociedad).

6)     El trabajo en equipo de los profesores y su estabilidad: permanencia estable de los profesores.

          En el artículo “El próximo gran reto: la mejora de la escuela inclusiva”, de Mel Ainscow, leído en la Presentación de apertura del Congreso sobre Efectividad y Mejora Escolar celebrado en Barcelona en 2005, se recoge que: “[…] El reto principal que afrontan los sistemas educativos en todo el mundo es cómo favorecer la inclusión. Esto significa que, en los países económicamente más pobres, la prioridad debe centrarse en los 113 millones de niños que nunca ven el interior de un aula (Bellamy, 1999). Mientras, en los países más ricos, la preocupación deben ser los muchos jóvenes que dejan la escuela con calificaciones poco válidas, los que se ven segregados en diversas formas de de educación especial apartados de las experiencias educativas generales, y los que simplemente eligen abandonar ya que la enseñanza le parece irrelevante en sus vidas […]”.

          Para que el centro escolar pueda asumir con éxito la integración también es necesaria la provisión de los recursos personales y materiales necesarios y tener en cuenta la adecuada formación del profesorado. Entre estos medios se encuentra el maestro de Pedagogía Terapéutica, el cual ha de reunir las suficientes cualidades humanas y pedagógicas para que su tarea se realice con un verdadero sentido vocacional y de mejora y renovación permanentes.

          La labor del maestro de Pedagogía Terapéutica ha de enfocarse hacia la finalidad de construir una escuela a la medida del alumno con necesidades educativas especiales, que tenga en cuenta la diversidad y que tome medidas efectivas para darle respuesta en su seno.

          “Solo con el convencimiento de que la igualdad educativa no se logra ofreciendo lo mismo a todos, sino a cada cual aquello que necesita, es posible la integración escolar de los alumnos y alumnas con necesidades educativas especiales”.

  

BIBLIOGRAFÍA:

  •    Mel Ainscow , Desarrollo de escuelas inclusivas, Narcea, 2001.
  •  Rosa Galofre y Nieves Lizán, Una escuela para todos: La integración educativa veinte años después,  Ediciones de la Torre, 2005.
  •  Mel Ainscow, “El próximo gran reto: la mejora de la escuela inclusiva”, Presentación de apertura del Congreso sobre Efectividad y Mejora Escolar celebrado en Barcelona en 2005.
  •    escuelasinclusivas.blogspot.com
  • www.educamadrid.org

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