EL CRECIMIENTO Y EL DESARROLLO FÍSICO E INTELECTUAL EN LA ETAPA DE EDUCACIÓN PRIMARIA

Autor: Ángel Pinilla Torres

INTRODUCCIÓN

            El crecimiento y desarrollo humano forman parte de las características esenciales de los niños y niñas en Educación Primaria, siendo ambos unos procesos variables, dinámicos y secuenciados que poseen características propias en función de los ciclos educativos de los que estemos hablando.

            Los factores que intervienen en los procesos de desarrollo y maduración del ser humano son numerosos y con frecuencia actúan interrelacionados, influyendo de manera determinante en el futuro potencial físico del individuo.

            Dentro del proceso educativo, debemos respetar esos procesos anatómicos y fisiológicos que ocurren en los niños y niñas a estas edades, planificando la acción docente en función de sus características físicas, psíquicas, biológicas y de crecimiento de cada grupo de alumnos.

            En este artículo, nos centraremos en explicar detalladamente esos procesos de crecimiento y desarrollo que ocurren en los niños y niñas de Educación Primaria, dando a conocer también las diferentes posibilidades de trabajo de las Capacidades Perceptivo – Motrices en estas edades, en función del desarrollo psicoevolutivo y madurativo.

 

   1.- ACLARACIONES CONCEPTUALES.

           - Crecimiento: es el aumento cuantitativo y progresivo de las dimensiones del cuerpo. Refleja las transformaciones biológicas que suceden en el sujeto entre el nacimiento y la edad adulta. Este fenómeno ocurre gracias a dos procesos celulares: Hiperplasia (aumento del número de células) e Hipertrofia (aumento del tamaño de las células).

   -       Desarrollo: es el proceso de diferenciación progresiva de órganos y tejidos, con la adquisición y perfeccionamiento de sus funciones que se producen en el ser humano a lo largo de su existencia. Cratty, B. (1982) lo define como “aquellos cambios que traen como consecuencia que el organismo se torne más complejo, se diferencien en sus funciones y adquieran capacidad para ejecutar tareas cada vez más complejas”.

      -       Maduración: es el aumento cualitativo debido a un proceso natural por el que un organismo alcanza su máxima eficacia. Para Le Boulch, J. (1990) se trata del “proceso por el que un individuo alcanza la plenitud de su desarrollo biológico y de sus capacidades mentales”.

 

   2.- EL CRECIMIENTO Y EL DESARROLLO FÍSICO EN PRIMARIA.

   2.1.- Crecimiento y desarrollo Neuromotor

                 En el proceso de crecimiento se producen transformaciones fácilmente cuantificables a través de diferentes parámetros (talla, peso, perímetro craneal, envergadura, etc.).

                 El crecimiento desde el nacimiento y hasta la edad adulta es continuo, sin embargo este crecimiento no se lleva a cabo a un ritmo constante, sino todo lo contrario, hay periodos en los que se producen cambios físicos con bastante rapidez y otros períodos en los que estos cambios son menos notorios. No obstante, en todos los procesos de crecimiento se va produciendo un desarrollo del Sistema Nervioso tanto a nivel morfológico como funcional.

                 Esta evolución de la funcionalidad del Sistema Nervioso se ve favorecida por la Mielinización, que es el proceso de formación de la capa de mielina en las redes nerviosas. Hacia los 10 años, ya se ha producido este proceso en la mayor parte del Sistema Nervioso, por lo que el niño será cada vez más coordinado.

                 Según De Tonni, G. (1969), el crecimiento y desarrollo neuromotor se produce en base a las siguientes fases:

               Primera Infancia (0 – 2 años): El crecimiento físico es muy rápido y las proporciones corporales aumentan enormemente con respecto al nacimiento.

            En estas edades, los niños y niñas presentan movimientos incontrolados, descoordinados e involuntarios, como por ejemplo el reflejo del moro, el de aferramiento, el de succión, etc.

            El progresivo dominio del control corporal se ajusta a dos leyes fundamentales: “Ley Céfalo – Caudal” de Gessel, A. (que dice que se controlan antes las partes del cuerpo más cercanas a la cabeza y luego las extremidades) y “Ley Próximo Distal” de Coghill (que hace referencia a que se controlan antes las partes más cercanas al eje corporal y posteriormente las partes más distales del cuerpo).

 

               Segunda Infancia (2 – 6 años): El crecimiento físico es estable, uniforme y algo más lento que en el periodo anterior.

            Se produce un claro avance en la motricidad fina y gruesa. Por ejemplo: ya sabe sostener un lápiz entre los dedos, apila y construye, empiezan a dominar los giros, saltan con los dos pies juntos, lanza una pelota por encima de su cabeza, etc.

            Estos ejemplos tan gráficos, nos hacen pensar que las Capacidades Perceptivo – Motrices se van desarrollando y afianzando en esta etapa, al mismo tiempo que se produce una continua mejora del control corporal, los movimientos son más amplios, rápidos y fuertes y surgen las primeras combinaciones de movimientos, pero todavía muy descoordinados.

 

               Tercera Infancia (6 – 12 años): la estatura y el peso continúan aumentando de forma estable, y las proporciones corporales se van aproximando a la de los adultos; cabeza más proporcionada, hombros más anchos con respecto a la pelvis, etc. En esta fase las características físicas diferenciadoras entre niños y niñas se van acentuando progresivamente.

            Por otra parte, se alcanza la “descentración perceptiva” (que es la capacidad de representar objetos sin necesidad de tenerlos delante), además de un mayor nivel de coordinación.

            Hay mejoras en todas las Capacidades Físicas, tanto básicas (Fuerza, Resistencia, Flexibilidad y Velocidad), como coordinativas (Coordinación y Equilibrio) y resultantes (Agilidad).

                

 2.2.- Crecimiento y Desarrollo Óseo

                 El Sistema Óseo comienza a formarse alrededor del tercer mes de embarazo y su desarrollo continúa hasta la edad adulta.

                 El proceso mediante el que se forman los huesos se denomina “Osteogénesis u Osificación”. En este proceso coexisten dos formas de Osteogénesis:

-                   Perióstica: es la que se efectúa en el tejido conjuntivo embrionario, mediante células denominadas osteoblastos, encargados de la formación de tejido óseo.

-                   Endocondral: que consiste en la sustitución del molde cartilaginoso por tejido óseo.

                 La Osificación es un proceso dinámico en el que los osteoblastos forman continuamente tejido óseo, mientras que los osteoclastos los destruyen para su posterior regeneración. En edades de Educación Primaria (6 a 12 años) prevalecen los procesos de génesis, mientras que en la edad adulta estos procesos se equilibran.

                 El crecimiento en grosor se debe a los osteoblastos de la parte interna del periostio, mientras que el crecimiento en longitud del hueso se debe a la presencia de las placas epifisarias en las metáfisis, situadas entre la epífisis y diáfisis del hueso.

                 El proceso de crecimiento óseo está muy estrechamente relacionado con factores genéticos, nutricionales e incluso de sexo, de ahí que las niñas finalicen su proceso de crecimiento antes que los niños.

                

2.3.- El Crecimiento y Desarrollo Muscular.

                 La masa muscular comienza a formarse a partir de la octava semana de embarazo y se desarrolla progresivamente hasta la adolescencia. Durante la pubertad, los músculos crecen rápidamente alcanzando un mayor desarrollo, sobre todo en varones, debido a la influencia de la testosterona.

                 Este crecimiento está estrechamente ligado al del sistema esquelético y presenta un proceso paralelo al de incremento de estatura, pero se produce lentamente, representando al nacer un 16 % de la masa corporal, frente al 40 % que posee el adulto.

                 La etapa de Educación Primaria constituye un período de crecimiento continuo, por lo que no son las edades más aconsejables para que los músculos desarrollen gran magnitud de fuerza, ya que de modo natural, estos niveles de fuerza van ampliándose sin necesidad de un trabajo específico.

                 No obstante, el desarrollo muscular durante la infancia y adolescencia puede verse afectado tanto por la actividad como por la inactividad física, así como la estructura corporal y el desarrollo madurativo sexual y a nivel de Sistema Nervioso.

   3.- CONCLUSIÓN

                 El cuerpo humano experimenta numerosos cambios desde las primeras etapas de la infancia hasta alcanzar su madurez.

                 Desde la perspectiva educativa se deben conocer esos procesos biológicos y psicológicos, para determinar así los momentos idóneos para el desarrollo de cada una de las Capacidades Perceptivo – Motrices, planificando la acción docente en base a las características psicoevolutivas de cada uno de los niños y niñas en Educación Primaria.

 

   BIBLIOGRAFÍA:

  •  Cratty, B. (1962): Desarrollo Motor y Perceptual en los niños. Paidós. Barcelona.
  •  De Tonni, G. (1969): El Crecimiento humano. Marfil. Alicante.
  •  Le Boulch, J. (1990): La educación por el movimiento en edad escolar. Paidós. Barcelona.
  • Ruiz Pérez, L.M. (1987): Desarrollo Motor y actividades físicas. Gymnos. Madrid.

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