EL LENGUAJE NO VERBAL DEL PROFESOR, PARTICULARMENTE DE EDUCACIÓN FÍSICA, INFLUYE EN LA MOTIVACIÓN DEL ALUMNO

Autora: Milagros García Habernau

          En la actualidad la motivación es uno de los temas de mayor preocupación entre los profesores, ya que es uno de los motivos por los que los chicos no obtienen un buen rendimiento. A pesar de los múltiples enfoques, podemos definir a la motivación como el conjunto de procesos implicados en la dirección, activación y persistencia de la conducta. Se está motivado cuando existe la  voluntad de hacer algo y además somos capaces de perseverar en el esfuerzo que ese algo requiera durante el tiempo necesario para conseguir el objetivo que nos hayamos propuesto.

           Existen variables personales e internas y aquellas otras externas, procedentes del contexto en el que se desenvuelven los alumnos, que los están influyendo y con los que interactúan. Vamos a centrarnos aquí en el lenguaje no verbal del profesor hacia el alumno, que estaría dentro de las variables contextuales de la motivación.

           Es un hecho constatado que las interacciones sociales que el estudiante mantiene con los otros (padres, profesores y compañeros) tienen importancia en el desarrollo del autoconcepto. Dicha información lo condiciona a desarrollar, mantener y/o modificar la imagen que tiene de sí mismo, la que repercutirá inevitablemente en su motivación y rendimiento académico. Podemos afirmar que tanto la actuación del profesor como las interacciones académicas y sociales de los estudiantes juegan un papel importante en el desarrollo del autoconcepto. 

            Cuando no se da  lugar a una interacción de respeto, de comprensión del profesor hacia alumnos/as, tanto verbal como no verbalmente,  por ejemplo a través de la distancia en vez de mantenerse próximos como signo de escucha; postura de dar de espaldas; el cambio de dirección de mirada de atención hacia el alumno que está hablando; con tono y volumen elevado y gruñón hacen o no motivar al alumno, y que las clases lleguen a ser un lugar teñido de tormentas y borrascas o puedan ser un lugar donde el alumno sea reforzado, para aumentar su autoestima, y como consecuencia su autoconcepto permitiendo el desarrollo social y personal, afectivo; en definitiva, además de desarrollarse integralmente, que sea feliz, tal y como se dice en la Ley Orgánica 2/2006 de Educación.